3 años te he esperado, tres
como toros, como retos
igual de impacientes
tiritando de rabia
Navegando por doquier sin hallar nada
apenas una semilla o un germen
Un átomo que estalla en mi cabeza
y la quiebra, y la satura
y la envuelve en su marisma
Que quema y ahuyenta
como si desear fuera una tortura
y la espera un prolongado beso
nada marginal, nada ausente
como límpido aroma del estás aquí
ahora, eternamente
en la espera quemante
en el huidizo enjambre
que son tus manos multiplicadas
acariciándome
tomando lo que creen es de ellas
Y por eso se aferran y gimen
en la hora visceral del renacer
siempre
acadapasoquedamos como serpientes
enredados, infinitamente traspasados
como olientes combatientes
como guerreros kamasutranos
como peces en sábanas móviles y acuáticas
sembrando en las dunas cuánticas
de la espera
del abrazo esperado
del desesperado deseo
que es estar abrazados
acá en la distancia
(que se acorta):
a unos cuantos píxeles
a dos cuartas se encuentra de mis manos /
tu piel, que no es más que la alfombra mágica /
en la que volamos ondulando /
en las ráfagas del viento
Sigo pensando que de tu vuelo
depende la cita del tiempo
la frase preferida de la distancia
o el deseo que se esconde
en cada rincón de los labios
y en cada palabra que leo o que escribo
porque tú eres también
una forma de escribir la realidad
y también una manera de pensar
Porque entre tú y yo ya sólo queda
una mínima distancia
y ahí cabe, aún
la posibilidad infinita de tocarnos