A veces, cuando chateo con mis sobrinos les pido que quiten tantas animaciones que vuelven ilegibles todos sus textos. Afortunadamente me han hecho caso.
Escribir bien (tratar de hacerlo) cuesta esfuerzo, exige un trabajo intelectual y movimientos ágiles de una habilidad manual ejercitada, sé que resulta mucho más sencillo el contagio de lo común, pero ¿acaso no es la búsqueda del hombre universal el progreso?
Ojalá esta reflexión los invite a mejorar su escritura en el futuro.