Esta mañana vi una fuga de pájaros
(eran mis problemas que escapaban volando)
me dejaron solo
huyeron como si mi cuerpo les fuera una cárcel
Me alegró esa fuga
—los reos comenzaban a incomodarme—
rápidamente me metí a las celdas vacías
puse en su lugar flores
que ahora florecen
en cada pensamiento
y en cada respiro que hago
Los pájaros se han marchado
hacia la nada
—espero que no vuelvan—
con sus pesados pasos
La prisión vuelve a ser lo de antes:
un cobertizo donde resguardarme
del sol quemante
de la lluvia ácida
del agua contaminada
del hollín
de las bocinas estúpidas de los automovilistas
El éxodo matutino de los pájaros
me dejó a mí solo con mi sombra
nosotros volaremos distinto
cada uno por su lado
en un canto preciso
Las mañanas ya no tendrán ese cuchicheo nefasto
ni tendremos que servir tantos platos
ni lavaremos las suciedades que dejaban
Pintaremos las paredes exageradamente
y luego pondremos pinturas famosas, exquisitas
Colocaré una ventana y una campana nuevas
voy a sonreír todo el tiempo
y a tocar la campana de alegría
Hoy hubo una fuga masiva de problemas
y curiosamente me han liberado a mí
que no soy más que la quinta parte de ellos
por eso sonrío, porque soy libre
y tengo una ventana nueva y sueno mi campana