La inmortalidad, de Milan Kundera
Mi relación con este libro es extraña. Comenzó de manera casual. Acompañé a un querido amigo, Juan Pablo Castro, a una tienda de discos y ahí lo compré, estaba usado. A los pocos días de esa compra viajé a España y lo llevé para leerlo durante el vuelo trasatlántico. Me dormí. Un mes lo traje por el Norte de España y nada... me era imposible comenzar apenas.
Eso ocurrió en el 2002, en los últimos cinco había intentado leerlo sin conseguirlo. Debo decir que Kundera es uno de mis autores preferidos; así que ese fenómeno de no-lectura me resultaba terrible.
Por fin, con muchas interrupciones, llevo leídas 259 páginas de sus 412. Les prometo mi comentario para cuando lo termine.
Mi relación con este libro es extraña. Comenzó de manera casual. Acompañé a un querido amigo, Juan Pablo Castro, a una tienda de discos y ahí lo compré, estaba usado. A los pocos días de esa compra viajé a España y lo llevé para leerlo durante el vuelo trasatlántico. Me dormí. Un mes lo traje por el Norte de España y nada... me era imposible comenzar apenas.
Eso ocurrió en el 2002, en los últimos cinco había intentado leerlo sin conseguirlo. Debo decir que Kundera es uno de mis autores preferidos; así que ese fenómeno de no-lectura me resultaba terrible.
Por fin, con muchas interrupciones, llevo leídas 259 páginas de sus 412. Les prometo mi comentario para cuando lo termine.